"Buena suerte"
miércoles, 31 de diciembre de 2008
Hoy, según el calendario gregoriano, es el último día del año 2008. Un año más que queda tras nuestras espaldas y otro año que aparece frente a nuestras narices: el 2009. O sea el “año nuevo”, así le decimos, como a todos los que aparecen en sucesión al anterior; pero en realidad no tienen nada de nuevos –como diría la genial Mafalda. También solemos anteponer la misteriosa palabra “feliz”, como para felicitar a aquellos valientes que pasaron la línea divisoria, entre dos tiempos, vivitos y coleando: “¡Feliz Año Nuevo!”. Un cliché inventado e impuesto por el espíritu “bondadoso” y “sincero” que ronda solo por estas fechas, luego de la Navidad que es un tema aparte, y que nos convierte en políticos en potencia.
Pero por qué carajo no podemos decir “que te vaya bien este año perdedor de mierda” o “que las cosas mejoren para ti y tu familia” o no sé, tal vez un “buena suerte” -porque es importante tenerla-, o solo un silencio y un abrazo que exprese lo necesario. Eso implica estar entre gente que se estima y se aprecia. Entre personas que compartieron cosas contigo y otras que se fueron, y a lo lejos, saludas con un poco de alcohol. Después de todo el tiempo grafica amaneceres y anocheceres en el ser humano -el sunrise y el sunset para los bilingües-. El tiempo es el indicador de la dialéctica entre la vida y la muerte. Pepe Rodríguez afirma que “la muerte y la vida se refuerzan una a la otra hasta conformar una dinámica de dependencia total. Vivimos porque estamos muriendo continuamente, morimos porque hemos vivido continuamente”. Es curioso que sea el tiempo quien haga esto posible. Es curioso que cada “Feliz Año Nuevo” –cliché o no cliché- haga esto posible. Es curioso, pero parece que la felicidad tiene que ver con la muerte, y claro, con la vida también.
En mi vida, este año 2008, he muerto muchas veces, pero menos que el 2007. Y en mi muerte, este 2008, he vivido muchas veces, y más que el 2007.
Quizá eso sea la felicidad. El equilibrio y la dinámica de dependencia entre la vida y la muerte. Entre el amanecer y el anochecer. Entre el tener y el no tener. Entre el amor y el desamor. Entre la soledad y la compañía. Entre el vértigo y el reposo.
Este año he muerto muchas veces porque el amor fue como arena en mis manos.
He muerto muchas veces porque “quiero llevarte conmigo y no voy a ninguna parte”, porque “puse precio a mi libertad y nadie quiso pagarlo”, porque “soy un envase vacío” (gracias Calamaro).
He muerto muchas veces porque siguen esperándome en el nido.
He muerto muchas veces porque casi he olvidado a quienes me han parido.
Este año he vivido muchas veces porque los labios de la seducción me han nutrido y también me han desnutrido.
He vivido muchas veces porque cogí algunos sueños del pasado y les di un poco de significado.
He vivido muchas veces porque aún hay amigos como Joqui, Manuel, Alejandro, Marco y Alex (Hit); para cagarse de risa de la vida y de “otras” banalidades, y luego terminar en el “Lolos” o en “Las Criadillas”.
He vivido muchas veces porque aún hay vivencias que compartir con el chino Zambrano, Karla, la Urs!, la Cholina, la Nati Conejo, Mónica (no podré estar contigo en Cajabamba), la Cachorro, la Abichuela, la Gloriacha, el Ñato, el Chubi, Javi Norris, Anhelí y la "pato" Grace.
He vivido muchas veces porque aún quedan ganas de hacer algo con el tiempo al lado de Joseph Fuzzer, la groupie Kiara (bromaaa), Jek, PP Beto, el delfín Edwin y su hermano Juan Carlos; y todo el grupo del ex-segundo ciclo.
He vivido muchas veces porque tengo un hermano y mal socio, Jorge; porque igual que yo parece que no va “a ninguna parte”. Ya encontraremos la ruta Gabriel…
He vivido muchas veces porque aún quedan grandes amigos como Joseph Morín (pensé que estabas en Canadá), Sergio Cueto (bien al terno y con chamba), José Balarezo (buena con BOKA), el Chepa (dónde estarás hermano), Omar (que vengan "mil años" más), Carlomagno (señor oscuro), el Chamullo (espero que no estés en Larco Herrera), la Charo (en qué andas), Clau (no sé si llegaste de Alemania), el Perro Armas (guía espiritual Herba Life), el Fatama (todo un chileno en Santiago), Yescita (qué será de tu vida), la Fresita (en Yupi End)…
Un “buena suerte” para todos y también para Gianluca y Zashenka.
Nos vemos, de ser posible, el 2009.
Pero por qué carajo no podemos decir “que te vaya bien este año perdedor de mierda” o “que las cosas mejoren para ti y tu familia” o no sé, tal vez un “buena suerte” -porque es importante tenerla-, o solo un silencio y un abrazo que exprese lo necesario. Eso implica estar entre gente que se estima y se aprecia. Entre personas que compartieron cosas contigo y otras que se fueron, y a lo lejos, saludas con un poco de alcohol. Después de todo el tiempo grafica amaneceres y anocheceres en el ser humano -el sunrise y el sunset para los bilingües-. El tiempo es el indicador de la dialéctica entre la vida y la muerte. Pepe Rodríguez afirma que “la muerte y la vida se refuerzan una a la otra hasta conformar una dinámica de dependencia total. Vivimos porque estamos muriendo continuamente, morimos porque hemos vivido continuamente”. Es curioso que sea el tiempo quien haga esto posible. Es curioso que cada “Feliz Año Nuevo” –cliché o no cliché- haga esto posible. Es curioso, pero parece que la felicidad tiene que ver con la muerte, y claro, con la vida también.
En mi vida, este año 2008, he muerto muchas veces, pero menos que el 2007. Y en mi muerte, este 2008, he vivido muchas veces, y más que el 2007.
Quizá eso sea la felicidad. El equilibrio y la dinámica de dependencia entre la vida y la muerte. Entre el amanecer y el anochecer. Entre el tener y el no tener. Entre el amor y el desamor. Entre la soledad y la compañía. Entre el vértigo y el reposo.
Este año he muerto muchas veces porque el amor fue como arena en mis manos.
He muerto muchas veces porque “quiero llevarte conmigo y no voy a ninguna parte”, porque “puse precio a mi libertad y nadie quiso pagarlo”, porque “soy un envase vacío” (gracias Calamaro).
He muerto muchas veces porque siguen esperándome en el nido.
He muerto muchas veces porque casi he olvidado a quienes me han parido.
Este año he vivido muchas veces porque los labios de la seducción me han nutrido y también me han desnutrido.
He vivido muchas veces porque cogí algunos sueños del pasado y les di un poco de significado.
He vivido muchas veces porque aún hay amigos como Joqui, Manuel, Alejandro, Marco y Alex (Hit); para cagarse de risa de la vida y de “otras” banalidades, y luego terminar en el “Lolos” o en “Las Criadillas”.
He vivido muchas veces porque aún hay vivencias que compartir con el chino Zambrano, Karla, la Urs!, la Cholina, la Nati Conejo, Mónica (no podré estar contigo en Cajabamba), la Cachorro, la Abichuela, la Gloriacha, el Ñato, el Chubi, Javi Norris, Anhelí y la "pato" Grace.
He vivido muchas veces porque aún quedan ganas de hacer algo con el tiempo al lado de Joseph Fuzzer, la groupie Kiara (bromaaa), Jek, PP Beto, el delfín Edwin y su hermano Juan Carlos; y todo el grupo del ex-segundo ciclo.
He vivido muchas veces porque tengo un hermano y mal socio, Jorge; porque igual que yo parece que no va “a ninguna parte”. Ya encontraremos la ruta Gabriel…
He vivido muchas veces porque aún quedan grandes amigos como Joseph Morín (pensé que estabas en Canadá), Sergio Cueto (bien al terno y con chamba), José Balarezo (buena con BOKA), el Chepa (dónde estarás hermano), Omar (que vengan "mil años" más), Carlomagno (señor oscuro), el Chamullo (espero que no estés en Larco Herrera), la Charo (en qué andas), Clau (no sé si llegaste de Alemania), el Perro Armas (guía espiritual Herba Life), el Fatama (todo un chileno en Santiago), Yescita (qué será de tu vida), la Fresita (en Yupi End)…
Un “buena suerte” para todos y también para Gianluca y Zashenka.
Nos vemos, de ser posible, el 2009.
